Asesinado por el cielo,
entre las formas que van hacia la sierpe
y las formas que buscan el cristal,
dejaré crecer mis cabellos. 
Con el árbol de muñones que no canta
y el niño con el blanco rostro de huevo. 
Con los animalitos de cabeza rota
y el agua harapienta de los pies secos. 
Con todo lo que tiene cansancio sordomudo
y mariposa ahogada en el tintero. 
Tropezando con mi rostro distinto de cada día.
¡Asesinado por el cielo!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)


No hay comentarios:
Publicar un comentario