No se quien anda y desanda el camino
febrilmente,con ruido que se arrastra
como si chocaran sus pies sobre las piedras.
Alguien silva la misma letania
de la madrugada
cuando los gallos cantan
y entonces somos la sombra peregrina
que vaga taciturna por las calles
un impulso bisceral de afirmarnos
de ser algo mas que una estadistica
fria guardada en anaqueles miserables
las vitrinas exiben maniquies
la sonrisa plastica evanescente
de sueños que mueren sin nacer..
Al fondo la calle bulle
de anonimos rostros que se cruzan
la mano esquiva
la soledad que cae a los hombros
como un hachazo mortal
es como un mar de restos
arrojados a una playa fantasmal...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario