Capítulo 6 ("Hades")
Leopold Bloom va al funeral de su amigo Paddy Dignam. La temática del capítulo es la muerte. Mirando al sepulturero, Leopold se pierde en sus pensamientos.
Mr Bloom admired the caretaker's prosperous bulk. All want to be on good terms with him. Decent fellow, John O'Connell, real good sort. Keys: like Keyes's ad: no fear of anyone getting out, no passout checks. Habeat corpus. I must see about that ad after the funeral. Did I write Ballsbridge on the envelope I took to cover when she disturbed me writing to Martha? Hope it's not chucked in the dead letter office. Be the better of a shave. Grey sprouting beard. That's the first sign when the hairs come out grey and temper getting cross. Silver threads among the grey. Fancy being his wife. Wonder how he had the gumption to propose to any girl. Come out and live in the graveyard. Dangle that before her. It might thrill her first. Courting death… Shades of night hovering here with all the dead stretched about. The shadows of the tombs when churchyards yawn and Daniel O'Connell must be a descendant I suppose who is this used to say he was a queer breedy man great catholic all the same like a big giant in the dark. Will o'the wisp. Gas of graves. Want to keep her mind off it to conceive at all. Women especially are so touchy. Tell her a ghost story in bed to make her sleep. Have you ever seen a ghost? Well, I have. It was a pitchdark night. The clock was on the stroke of twelve. Still they'd kiss all right if properly keyed up. Whores in Turkish graveyards. Learn anything if taken young. You might pick up a young widow here. Men like that. Love among the tombstones. Romeo. Spice of pleasure. In the midst of death we are in life. Both ends meet. Tantalising for the poor dead. Smell of frilled beefsteaks to the starving gnawing their vitals. Desire to grig people. Molly wanting to do it at the window. Eight children he has anyway.
He has seen a fair share go under in his time, lying around him field after field. Holy fields. More room if they buried them standing. Sitting or kneeling you couldn't. Standing? His head might come up some day above ground in a landslip with his hand pointing. All honeycombed the ground must be: oblong cells. And very neat he keeps it too, trim grass and edgings. His garden Major Gamble calls Mount Jerome. Well so it is. Ought to be flowers of sleep. Chinese cemeteries with giant poppies growing produce the best opium Mastiansky told me. The Botanic Gardens are just over there. It's the blood sinking in the earth gives new life. Same idea those jews they said killed the christian boy. Every man his price. Well preserved fat corpse gentleman, epicure, invaluable for fruit garden. A bargain. By carcass of William Wilkinson, auditor and accountant, lately deceased, three pounds thirteen and six. With thanks.
I daresay the soil would be quite fat with corpse manure, bones, flesh, nails, charnelhouses. Dreadful. Turning green and pink, decomposing. Rot quick in damp earth. The lean old ones tougher. Then a kind of a tallowy kind of a cheesy. Then begin to get black, treacle oozing out of them. Then dried up. Deathmoths. Of course the cells or whatever they are go on living. Changing about. Live for ever practically. Nothing to feed on feed on themselves.
But they must breed a devil of a lot of maggots. Soil must be simply swirling with them. Your head it simply swurls. Those pretty little seaside gurls. He looks cheerful enough over it. Gives him a sense of power seeing all the others go under first. Wonder how he looks at life. Cracking his jokes too: warms the cockles of his heart. The one about the bulletin. Spurgeon went to heaven 4 A.M. this morning. 11 P.M. (closing time). Not arrived yet. Peter. The dead themselves the men anyhow would like to hear an odd joke or the women to know what's in fashion. A juicy pear or ladies' punch, hot, strong and sweet. Keep out the damp. You must laugh sometimes so better do it that way. Gravediggers in Hamlet. Shows the profound knowledge of the human heart. Daren't joke about the dead for two years at least. De mortuis nil nisi prius. Go out of mourning first. Hard to imagine his funeral. Seems a sort of a joke. Read your own obituary notice they say you live longer. Gives you second wind. New lease of life.
El señor Bloom admiró el opulento volumen del vigilante. Todos quieren estar en buenos términos con él. Un tipo decente, John O'Connell, de buena extracción. Llaves: como el anuncio de Keyes: sin miedo de que nadie salga, sin controles de salida. Habeat corpus. Tengo que encargarme de ese anuncio después del funeral. ¿Escribí Ballsbridge en el sobre que usé para disimular cuando ella me descubrió escribiéndole a Marta? Espero que no esté tirado en la oficina de cartas sin reclamo. Estaría mejor afeitado. Barba que ya sale gris. Esa es la primer señal cuando los pelos se vuelven grises y viene el malhumor. Hilos de plata entre el gris. Imaginate ser su mujer. Me pregunto cómo tiene el tino de declararse a una muchacha. Vamos, vivamos en el cementerio. Mostrale eso. Podría emocionarla al principio. Cortejar la muerte… Sombras nocturnas rondando por aquí con todos los muertos desperezándose en los alrededores. Las sombras de las tumbas cuando los camposantos bostezan y Daniel O'Connell debe ser un descendiente supongo quién era quien solía decir decir que era un raro de raza gran católico igual como un gran gigante en la oscuridad. La luz mala. Emanaciones de las tumbas. Quiero mantener su mente fuera de esto, para poder pensar algo. Las mujeres especialmente son tan susceptibles. Uno les cuenta una historia de fantasmas en la cama para hacerlas dormir. ¿Viste un fantasma alguna vez? Bueno, yo sí. Era una noche de boca de lobo. El reloj estaba por dar las doce. Sin embargo besarían dadas las circunstancias adecuadas. Putas en tumbas turcas. Si uno las pesca de jóvenes, pueden aprender cualquier cosa. Uno podría llevarse una joven viuda por acá. A los hombres les gusta eso. Amor entre las tumbas. Romeo. Especias de placer. En el medio de la muerte estamos vivos. Ambos extremos se tocan. Tentando a los pobres muertos. El aroma de bifes a la plancha para los hambrientos royéndoles las entrañas. Ganas de vivificar gente. Molly queriéndolo hacer en la ventana. Igual tiene ocho hijos.
Ya ha visto una buena cantidad de gente ir bajo tierra en su momento, tirados a su alrededor campo tras campo. Camposantos. Más lugar si se los entierra parados. Sentados o de rodillas no se podría. ¿Parados? La cabeza podría asomar un día en algún terremoto con la mano señalando. Todo el campo debe estar panalizado: celdas oblongas. Y lo mantiene muy prolijo también: corta el pasto y los bordes. El intendente Gamble llama Monte Jerome a su jardín. Y lo es. Deben ser flores del sueño. Los cementerios chinos donde crecen tulipanes gigantes producen el mejor opio, me dijo Mastiansky. Los Jardines Botánicos están ahí mismo. Es la sangre que se hunde en la tierra la que da nueva vida. La misma idea esos judíos que dijeron haber matado al niño cristiano. Todo hombre su precio. El grueso cadáver bien preservado de un caballero, epicúreo, invaluable para un jardín frutal. Una ganga. Por la carcasa de William Wilkinson, auditor y contador, recientemente fallecido, tres libras, trece chelines con seis. Agradecido.
Me animo a decir que el suelo engordaría con el abono de cadáveres, huesos, carne, uñas, osarios. Horribles. Se vuelven verdes y rosas, se descomponen. Se pudren rápido en la húmeda tierra. Los flacos viejos son más duros. Luego como ceroso con aspecto de queso. Luego se empieza a poner negro, una melaza que se les rezuma. Luego se secan. Mariposas de la muerte. Claro que las células o lo que sean siguen viviendo. Van cambiando. Viven prácticamente para siempre. Nada para comer se comen ellas mismas.
Pero deben criar un infierno de gusanos. El suelo debe formar remolinos con ellos. Se le arremolina la cabeza a uno. Esas lindas chicas en la playa. El parece bastante contento con esto. Le da una sensación de poder ver a los demás ir bajo tierra primero. Me pregunto cuál es su mirada sobre la vida. Cuenta sus chistes, además: lo pone de lo más feliz. Aquel del boletín. Spurgeon se fue al cielo a las 4 AM esta mañana. Las 11 AM (hora de cerrar). No llegó todavía. Pedro. Los mismos muertos los tipos de alguna manera querrían oír algún chiste o las mujeres saber qué está de moda. Una pera jugosa, o un jugo de frutas para damas, caliente, fuerte y dulce. La humedad, afuera. Hay que reírse a veces así que mejor hacerlo así. Los sepultureros en Hamlet. Muestra el profundo conocimiento del corazón humano. No se anima a contar un chiste de muertos por dos años, al menos. De mortuis nil nisi prius. Primero hay que salir del duelo. Difícil imaginarse su funeral. Parece como un chiste. Leer el propio obituario dicen que uno vive más. Como que da nuevos ímpetus. Un nuevo contrato para vivir.
James Joyce, Ulysses (”Ulises”)
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