LA NOVIA DE BARRANQUILLA.

LA NOVIA DE BARRANQUILLA.
ESTHER FORERO.

RESEñAS LITERARIAS.

RESEñAS LITERARIAS.
PROMOCIONA EL LIBRO CANTATA A LA VIDA,EL AMOR Y EL OLVIDO.

JOSE MARIA VARGAS VILA.

JOSE MARIA VARGAS VILA.
PANFLETARIO Y LIBERTARIO.

EL GRAN ESCRITOR WILLIAN FAULKNER.

EL GRAN ESCRITOR WILLIAN FAULKNER.
EL AUTOR DE LAS PALMERAS SALVAJES.

DESNUDO.

DESNUDO.
AUTOR BRYCE CAMERON LISTON.

LOS DETECTIVES SALVAJES.

LOS DETECTIVES SALVAJES.
ROBERTO BOLAñO.

JOSE LUIS DIAZ GRANADOS.

JOSE LUIS DIAZ GRANADOS.
UN GRAN POETA.

EL POETA ...OCTAVIO PAZ,

EL POETA ...OCTAVIO PAZ,
POEMA ..UN NUEVO ROSTRO.

RESEñADO EN EL DICCIONARIO LATINOAMERICANO DE POETAS.

RESEñADO EN EL DICCIONARIO LATINOAMERICANO DE POETAS.
LIBROS Y LETRAS.

REVISTA MOLINO DE LETRAS NUMERO NUEVE,

REVISTA MOLINO DE LETRAS NUMERO NUEVE,
MICROCUENTO UNA SOMBRA.

PRIMER FOLIO DEL CANTAR DEL MIO CID.

PRIMER FOLIO DEL CANTAR DEL MIO CID.
BIBLIOTECA NACIONAL DE ESPAñA.

LA LEYENDA DEL GILGAMESTH.

LA LEYENDA DEL GILGAMESTH.
TALLADO ANTIGUO.

MUJER EN EL JARDIN.

MUJER EN EL JARDIN.
DE CLAUDE MONET.

AU MOULIN DE LA GALLETTE.

AU MOULIN DE LA GALLETTE.
PINTURA DE RENOIR.

PARLAMENTO NACIONAL DE ESCRITORES DE COLOMBIA

PARLAMENTO NACIONAL DE ESCRITORES DE COLOMBIA
UN COMPROMISO CON EL PAIS Y LA LITERATURA.

PLAZA DE BOLIVAR.

PLAZA DE  BOLIVAR.
SANTA FE DE BOGOTA.COLOMBIA.

VICENTE VAN GOGH

VICENTE VAN GOGH
QUIEN SOLO VE SEGMENTOS DE LA REALIDAD,ESTA CONDENADO A NO VER LA REALIDAD COMPLETA.

MI AMIGO EL CUENTO TOMO II

MI AMIGO EL CUENTO TOMO II
PUBLICACION DE MIS TRABAJOS LITERARIOS.

PORTADA DE LA REVISTA TALLER LUNA Y SOL.

PORTADA DE LA REVISTA TALLER LUNA Y SOL.
PUBLICACION DE MIS TRABAJOS LITERARIOS.

PLAYAS DE CHORONI.

PLAYAS DE CHORONI.
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA.

LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO.

LOS FUSILAMIENTOS DEL 3 DE MAYO.
AUTOR GOYA.

LA DIVINA COMEDIA. NARRATIVA.

LA DIVINA COMEDIA. NARRATIVA.
DANTE ALIGHIERI

PORTADA DE CIEN AñOS DE SOLEDAD.

PORTADA DE CIEN AñOS DE SOLEDAD.
GABRIEL GARCIA MARQUEZ.

POEMAS PUBLICADOS EN POETAS DEL MUNDO.

POEMAS PUBLICADOS EN POETAS DEL MUNDO.
CESAR MOLINA CONSUEGRA.

MI AMIGO EL CUENTO.

MI AMIGO EL CUENTO.
Publicacion de mis Microcuentos.

REVISTA MOLINO DE LETRAS.

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PUBLICACION DE MIS TRABAJOS LITERARIOS.

nelson,mi esposa Carla,Cesar y Emilse.

nelson,mi esposa Carla,Cesar y Emilse.
AEREOPUERTO ERNESTO CORTISOZ.

MAS ALLA DE LA MUERTE.

MAS ALLA DE LA MUERTE.
MARIO BENEDETTI.

HOMENAJE A UN GRAN ESCRITOR.

HOMENAJE A UN GRAN ESCRITOR.
MONSIVAIS

UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR

UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR
AUTOR, CESAR MOLINA CONSUEGRA.

MEYRA DEL MAR.

MEYRA DEL MAR.
Una aproximacion a la obra literaria de la poetisa meyra del mar..Un homenaje a su memoria!!

Una aproximacion a la obra literaria de la poetisa Meyra del Mar

Una aproximacion a la obra literaria de la poetisa Meyra del Mar
El autor..CESAR MOLINA CONSUEGRA.

LA CORONELA MANUELA SAENZS

LA CORONELA MANUELA SAENZS
LIBERTADORA DEL LIBERTADOR.

HASTA SIEMPRE LUIS VITALE!!

HASTA SIEMPRE LUIS VITALE!!
TE QUEDARAS CON NOSOTROS!!

HOMENAJE A MIGUEL HERNANDEZ EN ALICANTE.

HOMENAJE A MIGUEL HERNANDEZ EN ALICANTE.
POETAS DEL MUNDO EN EL ACTO.

ROBERTO FERNANDEZ RETAMAR.

ROBERTO FERNANDEZ  RETAMAR.
UNA VIDA EN CASA DE LAS AMERICAS.

TURNER EN EL MUSEO DEL PRADO DE MADRID.

TURNER EN EL MUSEO DEL PRADO DE MADRID.
UN CALIDOSCOPIO PARA APRECIAR SU ESTILO.

AQUILES

AQUILES
LA INUTIL SED DE VIOLENCIA.

sábado, 31 de julio de 2010

POEMA DE EVARISTO ALBERTO MOLINA PADILLA.

A mi hija Emilse Esther Molina Consuegra

Hoy día de tu onomástico,
La luz divina que navega en el espacio infinito,
Iluminará tu imagen; para que
Tu padre,esposo,hija, hermanos, familiares, y amigos
Puedan admirar tu rostro lleno
De esplendor y alegría

Soledad 28 de julio 2010

Evaristo Alberto Molina Padilla.

viernes, 30 de julio de 2010

LA FUGA..

Durante meses,planearon meticulosamente,todos los detalles de la fuga,o al menos eso pensaron desde un principio,las mascaras estubieron listas para,ser colocadas,en las cabeceras de las camas,las lianas caerian desde los altos muros,hacia la pendiente que daba justo a la mar..los botes de goma estaban abajo...zarparon con la tenue luz de la luna..en el amanecer las patrullas de sabuesos del penal,encontraron restos de zapatos y camisas flotando..ahora unos ojos de tiburon los observaban!!

lunes, 19 de julio de 2010

UNAS PALABRAS...

Escucho unas palabras que se arrastraban,moribundas,y parecian venir desde el fondo mismo del pozo de agua....voces indecisas que sobre el orbe flotan..el vecino del sombrero, acurrucado en la pared le dijo...mira a ver quien llama desde el pozo!!..a lo mejor alguna palabra extraviada.. y el hombre del tabaco,se levanto lentamente,mientras crujian sus huesos, miro infinito en el espejo del agua,pero alli no aparecia su rostro!!

sábado, 17 de julio de 2010

SOBRE LOS DETECTIVES SALVAJES DE ROBERTO BOLAñO.

Notas sobre Los detectives salvajes de Roberto Bolaño

El más reciente Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos, Los detectives salvajes, del escritor chileno Roberto Bolaño, ha despertado el interés y la curiosidad de muchos. Encontrar el porqué de su reconocimiento ha animado a lectores como María Antonieta Flores a recorrer las 583 páginas —aun cuando su volumen intimida— de la coedición que hicieran Monte Avila Editores y el Celarg. Lectura que revela en estas páginas


Foto: Esso Alvarez

Las 583 páginas (se agradece el tamaño de las letras) de la coedición que Monte Avila Editores y el Celarg han hecho de la novela de Roberto Bolaño, ganadora del Premio Internacional Rómulo Gallegos, pueden intimidar a cualquier lector. Asunto grave es abrirlo y comenzar, especialmente si las expectativas no son muchas. Sin embargo, tenía un pálpito y no me sentí defraudada. La novela me atrapó desde el comienzo y pasadas unas 80 páginas me encontré dilatando el ritmo de la lectura para disfrutarla más. Era la señal de que me gustaba y, tal vez, demasiado.

Probablemente en mi gusto influye el hecho de que transcurre entre andanzas de poetas o de quienes pretenden llamarse así, pero mi juicio acerca de la calidad de la novela se sustenta en su estructura múltiple, en la construcción de los personajes, en el manejo del lenguaje y en la significación que posee. No es una novela que se agota en su propia historia sino que la trasciende pues de alguna manera narra la saga personal de todos aquellos que transitamos este final de siglo.

La obra está dividida en tres partes, que en realidad son dos, pues una de ellas se abre para contener a la otra: la ya típica estructura de las cajas chinas pero con variación. Además, las deudas con la tradición y la modernidad no sólo son tributadas en el texto sino también en la complejidad estructural. Las distintas historias y personajes que se entrecruzan o se desencuentran constituyen las piezas de un collage, los fragmentos de un todo inatrapable.

Estética de la imprecisión
Todo el tejido narrativo crea una atmósfera de vaguedad, de falta de certeza. El itinerario de la historia está marcado por voces, tiempos y espacios bien determinados que, no obstante y paradójicamente, construyen una estética de la imprecisión. Los personajes de Ulises Lima y Arturo Belano se dibujan y se desdibujan en otras voces, la historia está abierta y el lector no puede saberlo todo ni lo sabrá. El deseo insatisfecho, el otro inalcanzable, la quimera de conocer. Bolaño plasma así la incertidumbre que define esta época, la certeza de la no existencia de una verdad ni de un absoluto, la sospecha o la certidumbre de tomar por cierto lo falso y viceversa. Allí está la voz de Guillem Piña para confirmarlo dentro de la trama: "Pero todo eso ahora no existe: es más una certeza verbal que vital. Lo cierto es que un día todo se acabó y me quedé solo con mi Picabia falsificado como único mapa, como único asidero legítimo".

En este contexto de oscurecida condición, el lector no debe perder la pista de las fechas ya que se encontrará con la simultaneidad entre los episodios de Amadeo Salvatierra y Los desiertos de Sonora, sobre todo porque no se sabe quiénes son los interlocutores de Salvatierra, pero se sospechan o se dan por sobreentendidos por los indicios narrativos.

El registro íntimo del diario o la confesión es la estrategia que propicia el despliegue de voces, miradas e incompletitudes.

En la primera y la tercera parte, la visión la ofrece la voz de Juan García Madero; la segunda, es perspectivista (punto de vista múltiple), y no deja de traer resonancias de esa gran novela de la modernidad que es Manhattan Transfer de John Dos Pasos. Siempre se conocerá la historia por los testigos, protagonistas también y que sólo pueden dar su visión. El lector transita con ellos y así puede saber más que cada uno de los narradores testigos, pero siempre desde la carencia y la duda. La escritura va despertando un deseo que va más allá de alcanzar el desenlace y se inscribe en el otro inalcanzable. El saber del lector se va conformando desde la suma de los fragmentos y, apenas, se concreta al final y de forma penumbrosa.

Los personajes secundarios, si optamos por una denominación tradicional, construyen con su mirada a los principales: a Arturo Belano (apellido muy similar a Bolaño, además de ser chileno el personaje, lo que sugiere un posible sesgo autobiográfico) y a Ulises Lima, enigmático y oscuro personaje. No se tendrá la certeza de que ciertamente sean así como nos lo cuentan, siempre estaremos aproximándonos a la sombra de cada uno de ellos, a su impresión. Entonces, el lector es obligado a convertirse también en "detective" que no puede responder qué hay detrás de la ventana desdibujada.

Y, si pensamos en la lectura como cópula, vendría bien lo que dice en uno de los capítulos Luis Sebastián Rosado: "Después hicimos el amor pero fue como hacerlo con alguien que está y no está, alguien que se está yendo muy despacio y cuyos gestos de despedida somos incapaces de descifrar".

Esta imprecisión de los personajes que están allí en el texto junto a la visión múltiple de los múltiples personajes lleva a pensar que en el fondo no hay protagonistas y que es una manera de elaborar narrativamente un concepto y tema caro a la posmodernidad: la disolución del sujeto.

Una épica degradada
La segunda parte de Los detectives salvajes expondrá más claramente sus conexiones con la épica. Así se comprenderá mejor el pasado, lo que cuenta García Madero. O, ¿es este el presente? La historia también hace dudar del tiempo lineal, aunque el dato temporal es clave en la novela. ¿Cuál es la historia principal? ¿La del 75 y 76 o las de los años que siguen? No hay respuesta porque lo que se ofrece es la perplejidad ante la compleja existencia de lo humano.

Ulises Lima remite a un degradado Odiseo, sin acciones heroicas salvo la defensa de una prostituta como un hecho circunstancial, sin Penélope que lo espere, tras un amor imposible que lo lleva a Israel (tierra prometida que se equipara a la fantasía del amor logrado). Y, finalmente, su Itaca será la ciudad de México, y sus viajes serán el olvido y los recorridos por Parque Hundido. Norman Boizman en el capítulo 10 nos dirá sobre él que "intentaba evitar la cercanía de su dolor, de su obstinación de mula, de su profunda estupidez".

Ulises Lima es un antihéroe al igual que Arturo Belano. Este último, exiliado sin regreso, persigue a la muerte. Es ella su Itaca. Por esta razón, uno regresa, el otro no: cumplen, de alguna manera, la ruta de los arquetipos con los cuales se pueden asociar (Odiseo y el rey Arturo —de la muerte de Arturo no se tiene certeza). Las pruebas enfrentadas no han traído la victoria sino el escepticismo y el desengaño existencial, el cansancio, el tedio.

La relación con la obra de Homero se reafirma por la estructura episódica del libro: cada capítulo o sección posee independencia propia a la vez que va trazando una historia única, y en la segunda parte (tal como en La Ilíada) cada personaje que habla se convierte en héroe de su propio instante.

Por supuesto, esta épica que narra Bolaño es desde la perspectiva del mundo degradado y la carnavalización (Bajtín). Hay que recorrer todas las páginas para vislumbrar (y aquí es clave el capítulo 23 de la segunda parte) que Los detectives salvajes cuentan la épica y la saga de una generación, la nacida en lo años 50, la de los actuales cuarentones, fracasados e impotentes. No es gratuito que la impotencia sea una de las circunstancias que marcan a algunos personajes y es obvio que no es sólo una referencia física y sexual, sino un símbolo de imposibilidad existencial.

Los héroes se pierden en el olvido, desdibujados. Su permanencia está en su ausencia.

Trascendencia
Los detectives salvajes de Roberto Bolaño (Caracas: Monte Avila Editores/Celarg, 1999) es una novela que dentro del contexto de la literatura latinoamericana funciona como vínculo entre pasado y presente. Estética y temáticamente tiende un puente entre modernidad y posmodernidad, entre lo real maravilloso —que transita muy levemente en sus páginas al igual que cierto aire rulfeano— y la narrativa del posboom. No rompe sino que vincula. Es una continuidad cuyo hilo —tal como lo señala Carlos Noguera en la contraportada— se remonta a las grandes novelas de aventura y —agrego— también al realismo estilo Hemingway.

Los detectives salvajes es un buen ejemplo de cómo estructuras de la llamada subliteratura (novela policial y diario) son el pretexto para que acaezca una buena historia que trasciende más allá de sus propios límites y evoca la presencia de una vida que se escapa y a la vez ahoga.

La novela está tejida como una red, como una especie de trampa. ¿Detectives? ¿Por qué? Cesárea es un motivo baladí, la resolución dada el personaje lo demuestra, y es la búsqueda, la pasión por algo incontrolable lo que se destaca. ¿Salvajes? Quizás por lo jóvenes o por latinoamericanos —of course, es una ironía— o por novatos.

La especificidad del mundo literario podría alejar al lector medio, pero no es así, pues la historia trasciende el mismo hecho. La incertidumbre como propuesta estética y que desdibuja a los personajes que nos interesa alcanzar (Lima, Belano, García Madero) en la carrera que la misma lectura traza, se manifiesta también en el tratamiento dado al mundo literario: hay una oscilación (se le desacraliza y se le sacraliza a la vez) donde constantemente se denuncia la falsedad del medio y la escritura como pose, hecho que debe ser muy poco simpático para algunos como también debe causar escozor leer esa divertida clasificación de la literatura y la poesía desde la homosexualidad.

Y, para darle más sentido de veracidad, el libro está atravesado por seres reales ficcionalizados (Paz, Monsiváis, Volkow y otros).

Hay en el libro de Bolaño una idea simple y obvia, aunque narrativamente oculta e incidental: de que a medida que envejecemos y si abandonamos la poesía, nos olvidamos a nosotros mismos: ahí está la voz de Amadeo Salvatierra diciendo: "yo también, llegado el momento, dejé de escribir y de leer poesía. A partir de entonces mi vida discurrió por los cauces más grises que uno pueda imaginarse".

Finalmente, la respuesta sustancial acerca de por qué atrapa esta novela parece ser suspenso, suspenso: como misterio, como hilo de Ariadna, como un estado interior que propicia desde la incertidumbre. Suspenso, uno construido de la nada que arropa a seres marginales y marginados: devorados por los acontecimientos, silenciados por ellos, sin percatarse, exponiendo el sin sentido de sus vidas y la de todos.

Los detectives salvajes recupera el sentido de la saga y construye un grand récit a partir de la insignificancia de una generación cuyo rumbo está determinado por la impotencia frente a un mundo donde el sinsentido es más evidente y el poder de lo material, determinante. La belleza de Ulises y Arturo está en su desdibujadas presencias que apuesta al imposible, apuesta que engancha, anuda y seduce hasta la última página.



María Antonieta Flores. Ensayista

jueves, 15 de julio de 2010

EL ETERNO.

Cansado y aburrido de la eternidad, viró a la izquierda, y comenzó a descender por la angosta callecita de piedras, hacia la esquina de los mendigos...al detenerse frente a ellos ...uno de ellos, el de anteojeras, le dijo... aquí esta tu reloj!!.. el que buscas para entrar en el tiempo!!...y se lo coloco en las manos. Después de varias horas de esfuerzos inútiles por poner a andar el reloj, el Eterno lo dejo caer ..y se escucho el tic! tac!! Monótono e infinito del comienzo del tiempo...la esquina quedó desierta cuando el eterno comenzó a envejecer aceleradamente!!

jueves, 8 de julio de 2010

PUBLICACION DEL LIBRO UNA APROXIMACION,A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR.CESAR MOLINA CONSUEGRA.

PUBLICACION DE MI NUEVO LIBRO..UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR.Compartir. Hoy a las 8:13 | Editar nota | Eliminar
ID: 7023165
Categoría: Poesía
Descripción: Una aproximacion a la profundidad y vitalidad de la obra literaria de la poetisa Meyra del Mar. Al mismo tiempo,un homenaje a su memoria, a su pasion desinteresada,por el caribe colombiano.
Año del copyright: 2010
Idioma: Español
País Canada
Palabras clave: MEMORIA, POESIA, LITERATURA
Editorial lulu.com
Disponible por internet toda compra.
Descarga a precio modico por el portal de Lulu.com

El autor y la obra. Nuevo libro de CESAR MOLINA CONSUEGRA.UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE MEYRA DEL MAR...el mismo autor de CANTATA A LA VIDA,EL AMOR Y EL OLVIDO.
En esta ocasion,se trata de un abordaje a las diferentes facetas de la produccion literaria de la poetisa MEYRA DEL MAR, tanto en prosa como en poesia,el acento de su voz,en que resonaba toda la magia y el encanto del caribe colombiano,mezclado con el diapason de sus raices arabes.
UN HOMENAJE A LA POETISA MEYRA DEL MAR..EL RESCATE DE SU MEMORIA!!
PORTADA DE MI NUEVO LIBRO..UNA APROXIMACION A LA OBRA LITERARIA DE LA POETISA MEYRA DEL MAR.
Espero la valiosa colaboracion y apoyo de todas y cada una de mis sinceras amistades!!
Gracias a mi familia,por haberme dado tanto..a mi madre Olga Consuegra, q.e.p.d,a mi padre Evaristo Molina Padilla, a mi Esposa Carlina Tinoco Lara,y a todos mis hermanos.

miércoles, 7 de julio de 2010

ENTREVISTA A WILLIAM FAULKNER.

Entrevista

William Faulkner
-¿Existe alguna fórmula que sea posible seguir para ser un buen novelista?
-99% de talento... 99% de disciplina... 99% de trabajo. El novelista nunca debe sentirse satisfecho con lo que hace. Lo que se hace nunca es tan bueno como podría ser. Siempre hay que soñar y apuntar más alto de lo que uno puede apuntar. No preocuparse por ser mejor que sus contemporáneos o sus predecesores. Tratar de ser mejor que uno mismo. Un artista es una criatura impulsada por demonios. No sabe por qué ellos lo escogen y generalmente está demasiado ocupado para preguntárselo. Es completamente amoral en el sentido de que será capaz de robar, tomar prestado, mendigar o despojar a cualquiera y a todo el mundo con tal de realizar la obra.

-¿Quiere usted decir que el artista debe ser completamente despiadado?

-El artista es responsable sólo ante su obra. Será completamente despiadado si es un buen artista. Tiene un sueño, y ese sueño lo angustia tanto que debe librarse de él. Hasta entonces no tiene paz. Lo echa todo por la borda: el honor, el orgullo, la decencia, la seguridad, la felicidad, todo, con tal de escribir el libro. Si un artista tiene que robarle a su madre, no vacilará en hacerlo...

-Entonces la falta de seguridad, de felicidad, honor, etcétera, ¿sería un factor importante en la capacidad creadora del artista?

-No. Esas cosas sólo son importantes para su paz y su contento, y el arte no tiene nada que ver con la paz y el contento.

-Entonces, ¿cuál sería el mejor ambiente para un escritor?

-El arte tampoco tiene nada que ver con el ambiente; no le importa dónde está. Si usted se refiere a mí, el mejor empleo que jamás me ofrecieron fue el de administrador de un burdel. En mi opinión, ese es el mejor ambiente en que un artista puede trabajar. Goza de una perfecta libertad económica, está libre del temor y del hambre, dispone de un techo sobre su cabeza y no tiene nada qué hacer excepto llevar unas pocas cuentas sencillas e ir a pagarle una vez al mes a la policía local. El lugar está tranquilo durante la mañana, que es la mejor parte del día para trabajar. En las noches hay la suficiente actividad social como para que el artista no se aburra, si no le importa participar en ella; el trabajo da cierta posición social; no tiene nada qué hacer porque la encargada lleva los libros; todas las empleadas de la casa son mujeres, que lo tratarán con respeto y le dirán "señor". Todos los contrabandistas de licores de la localidad también le dirán "señor". Y él podrá tutearse con los policías. De modo, pues, que el único ambiente que el artista necesita es toda la paz, toda la soledad y todo el placer que pueda obtener a un precio que no sea demasiado elevado. Un mal ambiente sólo le hará subir la presión sanguínea, al hacerle pasar más tiempo sintiéndose frustrado o indignado. Mi propia experiencia me ha enseñado que los instrumentos que necesito para mi oficio son papel, tabaco, comida y un poco de whisky.

-¿Bourbon?

-No, no soy tan melindroso. Entre escocés y nada, me quedo con escocés.

-Usted mencionó la libertad económica. ¿La necesita el escritor?

-No. El escritor no necesita libertad económica. Todo lo que necesita es un lápiz y un poco de papel. Que yo sepa nunca se ha escrito nada bueno como consecuencia de aceptar dinero regalado. El buen escritor nunca recurre a una fundación. Está demasiado ocupado escribiendo algo. Si no es bueno de veras, se engaña diciéndose que carece de tiempo o de libertad económica. El buen arte puede ser producido por ladrones, contrabandistas de licores o cuatreros. La gente realmente teme descubrir exactamente cuántas penurias y pobreza es capaz de soportar. Y a todos les asusta descubrir cuán duros pueden ser. Nada puede destruir al buen escritor. Lo único que puede alterar al buen escritor es la muerte. Los que son buenos no se preocupan por tener éxito o por hacerse ricos. El éxito es femenino e igual que una mujer: si uno se le humilla, le pasa por encima. De modo, pues, que la mejor manera de tratarla es mostrándole el puño. Entonces tal vez la que se humille será ella.

-¿Trabajar para el cine es perjudicial para su propia obra de escritor?

-Nada puede perjudicar la obra de un hombre si éste es un escritor de primera, nada podrá ayudarlo mucho. El problema no existe si el escritor no es de primera, porque ya habrá vendido su alma por una piscina.

-Usted dice que el escritor debe transigir cuando trabaja para el cine. ¿Y en cuanto a su propia obra? ¿Tiene alguna obligación con el lector?

-Su obligación es hacer su obra lo mejor que pueda hacerla; cualquier obligación que le quede después de eso, puede gastarla como le venga la gana. Yo, por mi parte, estoy demasiado ocupado para preocuparme por el público. No tengo tiempo para pensar en quién me lee. No me interesa la opinión de Juan Lector sobre mi obra ni sobre la de cualquier otro escritor. La norma que tengo que cumplir es la mía, y esa es la que me hace sentir como me siento cuando leo La tentación de Saint Antoine o el Antiguo Testamento. Me hace sentir bien, del mismo modo que observar un pájaro me hace sentir bien. Si reencarnara, sabe usted, me gustaría volver a vivir como un zopilote. Nadie lo odia, ni lo envidia, ni lo quiere, ni lo necesita. Nadie se mete con él, nunca está en peligro y puede comer cualquier cosa.

-¿Qué técnica utiliza para cumplir su norma?

-Si el escritor está interesado en la técnica, más le vale dedicarse a la cirugía o a colocar ladrillos. Para escribir una obra no hay ningún recurso mecánico, ningún atajo. El escritor joven que siga una teoría es un tonto. Uno tiene que enseñarse por medio de sus propios errores; la gente sólo aprende a través del error. El buen artista cree que nadie sabe lo bastante para darle consejos, tiene una vanidad suprema. No importa cuánto admire al escritor viejo, quiere superarlo.

-Entonces, ¿usted niega la validez de la técnica?

-De ninguna manera. Algunas veces la técnica arremete y se apodera del sueño antes de que el propio escritor pueda aprehenderlo. Eso es tour de force y la obra terminada es simplemente cuestión de juntar bien los ladrillos, puesto que el escritor probablemente conoce cada una de las palabras que va a usar hasta el fin de la obra antes de escribir la primera. Eso sucedió con Mientras agonizo. No fue fácil. Ningún trabajo honrado lo es. Fue sencillo en cuanto que todo el material estaba ya a la mano. La composición de la obra me llevó sólo unas seis semanas en el tiempo libre que me dejaba un empleo de doce horas al día haciendo trabajo manual. Sencillamente me imaginé un grupo de personas y las sometí a las catástrofes naturales universales, que son la inundación y el fuego, con una motivación natural simple que le diera dirección a su desarrollo. Pero cuando la técnica no interviene, escribir es también más fácil en otro sentido. Porque en mi caso siempre hay un punto en el libro en el que los propios personajes se levantan y toman el mando y completan el trabajo. Eso sucede, digamos, alrededor de la página 275. Claro está que yo no sé lo que sucedería si terminara el libro en la página 274. La cualidad que un artista debe poseer es la objetividad al juzgar su obra, más la honradez y el valor de no engañarse al respecto. Puesto que ninguna de mis obras ha satisfecho mis propias normas, debo juzgarlas sobre la base de aquélla que me causó la mayor aflicción y angustia del mismo modo que la madre ama al hijo que se convirtió en ladrón o asesino más que al que se convirtió en sacerdote.

-¿Qué obra es ésa?

-El Sonido y la Furia. La escribí cinco veces distintas, tratando de contar la historia para librarme del sueño que seguiría angustiándome mientras no la contara. Es una tragedia de dos mujeres perdidas: Caddy y su hija. Dilsey es uno de mis personajes favoritos porque es valiente, generosa, dulce y honrada. Es mucho más valiente, honrada y generosa que yo.

-¿Cómo empezó El Sonido y la Furia?

-Empezó con una imagen mental. Yo no comprendí en aquel momento que era simbólica. La imagen era la de los fondillos enlodados de los calzoncitos de una niña subida a un peral, desde donde ella podía ver a través de una ventana el lugar donde se estaba efectuando el funeral de su abuela y se lo contaba a sus hermanos que estaban al pie del árbol. Cuando llegué a explicar quiénes eran ellos y qué estaban haciendo y cómo se habían enlodado los calzoncitos de la niña, comprendí que sería imposible meterlo todo en un cuento y que el relato tendría que ser un libro. Y entonces comprendí el simbolismo de los calzoncitos enlodados, y esa imagen fue reemplazada por la de la niña huérfana de padre y madre que se descuelga por el tubo de desagüe del techo para escaparse del único hogar que tiene, donde nunca ha recibido amor ni afecto ni comprensión. Yo había empezado a contar la historia a través de los ojos del niño idiota, porque pensaba que sería más eficaz si la contaba alguien que sólo fuera capaz de saber lo que sucedía, pero no por qué. Me di cuenta de que no había contado la historia esa vez. Traté de volver a contarla, ahora a través de los ojos de otro hermano. Tampoco resultó. La conté por tercera vez a través de los ojos del tercer hermano. Tampoco resultó. Traté de reunir los fragmentos y de llenar las lagunas haciendo yo mismo las veces de narrador. Todavía no quedó completa, hasta quince años después de la publicación del libro, cuando escribí, como apéndice de otro libro, el esfuerzo final para acabar de contar la historia y sacármela de la cabeza de modo que yo mismo pudiera sentirme en paz. Ese es el libro por el que siento más ternura. Nunca pude dejarlo de lado y nunca pude contar bien la historia, aun cuando lo intenté con ahínco y me gustaría volver a intentarlo, aunque probablemente fracasaría otra vez.

-¿Qué emoción suscita Benjy en usted?

-La única emoción que puedo sentir por Benjy es aflicción y compasión por toda la humanidad. No se puede sentir nada por Benjy porque él no siente nada. Lo único que puedo sentir por él personalmente es preocupación en cuanto a que sea creíble tal cual yo lo creé. Benjy fue un prólogo, como el sepulturero en los dramas isabelinos. Cumple su cometido y se va. Benjy es incapaz del bien y del mal porque no tiene conocimiento alguno del bien y del mal.

-¿Podía Benjy sentir amor?

-Benjy no era lo suficientemente racional ni siquiera para ser un egoísta. Era un animal. Reconocía la ternura y el amor, aunque no habría podido nombrarlos; y fue la amenaza a la ternura y al amor lo que lo llevó a gritar cuando sintió el cambio en Caddy. Ya no tenía a Caddy; siendo un idiota, ni siquiera estaba consciente de la ausencia de Caddy. Sólo sabía que algo andaba mal, lo cual creaba un vacío en el que sufría. Trató de llenar ese vacío. Lo único que tenía era una de las pantuflas desechadas de Caddy. La pantufla era la ternura y el amor de Benjy que éste podría haber nombrado, y sólo sabía que le faltaban. Era mugroso porque no podía coordinar y porque la mugre no significaba nada para él. Así como no podía distinguir entre el bien y el mal, tampoco podía distinguir entre lo limpio y lo sucio. La pantufla le daba consuelo aun cuando ya no recordaba la persona a la que había pertenecido, como tampoco podía recordar por qué sufría. Si Caddy hubiese reaparecido, Benjy probablemente no la habría reconocido.

-¿Ofrece ventajas artísticas el componer la novela en forma de alegoría, como la alegoría cristiana que usted utilizó en Una fábula?

-La misma ventaja que representa para el carpintero construir esquinas cuadradas al construir una casa cuadrada. En Una fábula, la alegoría cristiana era la alegoría indicada en esa historia particular, del mismo modo que una esquina cuadrada oblonga es la esquina indicada para construir una casa rectangular oblonga.

-¿Quiere decir que un artista puede usar el cristianismo simplemente como cualquier otra herramienta, de la misma manera que un carpintero tomaría prestado un martillo?

-Al carpintero del que estamos hablando nunca le falta ese martillo. A nadie le falta cristianismo, si nos ponemos de acuerdo en cuanto al significado que le damos a la palabra. Se trata del código de conducta individual de cada persona, por medio del cual ésta se hace un ser humano superior al que su naturaleza quiere que sea si la persona sólo obedece a su naturaleza. Cualquiera que sea su símbolo -la cruz o la media luna o lo que fuere-, ese símbolo es para el hombre el recordatorio de su deber como miembro de la raza humana. Sus diversas alegorías son los modelos con los que se mide a sí mismo y aprende a conocerse. La alegoría no puede enseñar al hombre a ser bueno del mismo modo que el libro de texto le enseña matemáticas. Le enseña cómo descubrirse a sí mismo, cómo hacerse de un código moral y de una norma dentro de sus capacidades y aspiraciones al proporcionarle un ejemplo incomparable de sufrimiento y sacrificio y la promesa de una esperanza. Los escritores siempre se han nutrido, y siempre se nutrirán de las alegorías de la conciencia moral, por la razón de que las alegorías son incomparables: los tres hombres de Moby Dick, que representan la trinidad de la conciencia: no saber nada, saber y no preocuparse, y saber y preocuparse. La misma trinidad está representada en Una fábula por el viejo aviador judío, que dice "Esto es terrible. Me niego a aceptarlo, aun cuando deba rechazar la vida para hacerlo"; el viejo cuartelmaestre francés, que dice: "Esto es terrible, pero podemos llorar y soportarlo"; y el mismo mensajero del batallón inglés que dice: "Esto es terrible, voy a hacer algo para remediarlo".

-¿Fueron reunidos en un solo volumen los dos temas no relacionados de Las palmeras salvajes con algún propósito simbólico? ¿Se trata, como sugieren algunos críticos, de una especie de contrapunto estético o de una simple casualidad?

-No, no. Aquello era una historia: la historia de Charlotte Rittenmeyer y Harry Wilbourne, que lo sacrificaron todo por el amor y después perdieron eso. Yo no sabía que iban a ser dos historias separadas sino después de haber empezado el libro. Cuando llegué al final de lo que ahora es la primera sección de Las palmeras salvajes, comprendí súbitamente que faltaba algo, que la historia necesitaba énfasis, algo que la levantara como el contrapunto en la música. Así que me puse a escribir El viejo hasta que Las palmeras salvajes volvió a ganar intensidad. Entonces interrumpí El viejo en lo que ahora es su primera parte y reanudé la composición de Las palmeras salvajes hasta que empezó a decaer nuevamente. Entonces volví a darle intensidad con otra parte de su antítesis, que es la historia de un hombre que conquistó su amor y pasó el resto del libro huyendo de él, hasta el grado de volver voluntariamente a la cárcel en que estaría a salvo. Son dos historias sólo por casualidad, tal vez por necesidad. La historia es la de Charlotte y Wilbourne.

-¿Qué porción de sus obras se basan en la experiencia personal?

-No sabría decirlo. Nunca he hecho la cuenta, porque la "porción" no tiene importancia. Un escritor necesita tres cosas: experiencia, observación e imaginación. Cualesquiera dos de ellas, y a veces una puede suplir la falta de las otras dos. En mi caso, una historia generalmente comienza con una sola idea, un solo recuerdo o una sola imagen mental. La composición de la historia es simplemente cuestión de trabajar hasta el momento de explicar por qué ocurrió la historia o qué otras cosas hizo ocurrir a continuación. Un escritor trata de crear personas creíbles en situaciones conmovedoras creíbles de la manera más conmovedora que pueda. Obviamente, debe utilizar, como uno de sus instrumentos, el ambiente que conoce. Yo diría que la música es el medio más fácil de expresarse, puesto que fue el primero que se produjo en la experiencia y en la historia del hombre. Pero puesto que mi talento reside en las palabras, debo tratar de expresar torpemente en palabras lo que la música pura habría expresado mejor. Es decir, que la música lo expresaría mejor y más simplemente, pero yo prefiero usar palabras, del mismo modo que prefiero leer a escuchar. Prefiero el silencio al sonido, y la imagen producida por las palabras ocurre en el silencio. Es decir, que el trueno y la música de la prosa tienen lugar en el silencio.

-Usted dijo que la experiencia, la observación y la imaginación son importantes para el escritor. ¿Incluiría usted la inspiración?

-Yo no sé nada sobre la inspiración, porque no sé lo que es eso. La he oído mencionar, pero nunca la he visto.

-Se dice que usted como escritor está obsesionado por la violencia.

-Eso es como decir que el carpintero está obsesionado con su martillo. La violencia es simplemente una de las herramientas del carpintero. El escritor, al igual que el carpintero, no puede construir con una sola herramienta.

-¿Puede usted decir cómo empezó su carrera de escritor?

-Yo vivía en Nueva Orleáns, trabajando en lo que fuera necesario para ganar un poco de dinero de vez en cuando. Conocí a Sherwood Anderson. Por las tardes solíamos caminar por la ciudad y hablar con la gente. Por las noches volvíamos a reunirnos y nos tomábamos una o dos botellas mientras él hablaba y yo escuchaba. Antes del mediodía nunca lo veía. Él estaba encerrado, escribiendo. Al día siguiente volvíamos a hacer lo mismo. Yo decidí que si esa era la vida de un escritor, entonces eso era lo mío y me puse a escribir mi primer libro. En seguida descubrí que escribir era una ocupación divertida. Incluso me olvidé de que no había visto al señor Anderson durante tres semanas, hasta que él tocó a mi puerta -era la primera vez que venía a verme- y me preguntó: "¿Qué sucede? ¿Está usted enojado conmigo?". Le dije que estaba escribiendo un libro. Él dijo: "Dios mío", y se fue. Cuando terminé el libro, La paga de los soldados, me encontré con la señora Anderson en la calle. Me preguntó cómo iba el libro y le dije que ya lo había terminado. Ella me dijo: "Sherwood dice que está dispuesto a hacer un trato con usted. Si usted no le pide que lea los originales, él le dirá a su editor que acepte el libro". Yo le dije "trato hecho", y así fue como me hice escritor.

-¿Qué tipo de trabajo hacía usted para ganar ese "poco dinero de vez en cuando"?

-Lo que se presentara. Yo podía hacer un poco de casi cualquier cosa: manejar lanchas, pintar casas, pilotar aviones. Nunca necesitábamos mucho dinero porque entonces la vida era barata en Nueva Orleáns, y todo lo que quería era un lugar donde dormir, un poco de comida, tabaco y whisky. Había muchas cosas que yo podía hacer durante dos o tres días a fin de ganar suficiente dinero para vivir el resto del mes. Yo soy, por temperamento, un vagabundo y un golfo. El dinero no me interesa tanto como para forzarme a trabajar para ganarlo. En mi opinión, es una vergüenza que haya tanto trabajo en el mundo. Una de las cosas más tristes es que lo único que un hombre puede hacer durante ocho horas, día tras día, es trabajar. No se puede comer ocho horas, ni beber ocho horas diarias, ni hacer el amor ocho horas... lo único que se puede hacer durante ocho horas es trabajar. Y esa es la razón de que el hombre se haga tan desdichado e infeliz a sí mismo y a todos los demás.

-Usted debe sentirse en deuda con Sherwood Anderson, pero, ¿qué juicio le merece como escritor?

-Él fue el padre de mi generación de escritores norteamericanos y de la tradición literaria norteamericana que nuestros sucesores llevarán adelante. Anderson nunca ha sido valorado como se merece. Dreiser es su hermano mayor y Mark Twain el padre de ambos.

-Y, ¿en cuanto a los escritores europeos de ese período?

-Los dos grandes hombres de mi tiempo fueron Mann y Joyce. Uno debe acercarse al Ulysses de Joyce como el bautista analfabeto al Antiguo Testamento: con fe.

-¿Lee usted a sus contemporáneos?

-No; los libros que leo son los que conocí y amé cuando era joven y a los que vuelvo como se vuelve a los viejos amigos: El Antiguo Testamento, Dickens, Conrad, Cervantes... leo el Quijote todos los años, como algunas personas leen la Biblia. Flaubert, Balzac -éste último creó un mundo propio intacto, una corriente sanguínea que fluye a lo largo de veinte libros-, Dostoyevski, Tolstoi, Shakespeare. Leo a Melville ocasionalmente y entre los poetas a Marlowe, Campion, Jonson, Herrik, Donne, Keats y Shelley. Todavía leo a Housman. He leído estos libros tantas veces que no siempre empiezo en la primera página para seguir leyendo hasta el final. Sólo leo una escena, o algo sobre un personaje, del mismo modo que uno se encuentra con un amigo y conversa con él durante unos minutos.

-¿Y Freud?

-Todo el mundo hablaba de Freud cuando yo vivía en Nueva Orleáns, pero nunca lo he leído. Shakespeare tampoco lo leyó y dudo que Melville lo haya hecho, y estoy seguro de que Moby Dick tampoco.

-¿Lee usted novelas policíacas?

-Leo a Simenon porque me recuerda algo de Chéjov.

-¿Y sus personajes favoritos?

-Mis personajes favoritos son Sarah Gamp: una mujer cruel y despiadada, una borracha oportunista, indigna de confianza, en la mayor parte de su carácter era mala, pero cuando menos era un carácter; la señora Harris, Falstaf, el Príncipe Hall, don Quijote y Sancho, por supuesto. A lady Macbeth siempre la admiro. Y a Bottom, Ofelia y Mercucio. Este último y la señora Gamp se enfrentaron con la vida, no pidieron favores, no gimotearon. Huckleberry Finn, por supuesto, y Jim. Tom Sawyer nunca me gustó mucho: un mentecato. Ah, bueno, y me gusta Sut Logingood, de un libro escrito por George Harris en 1840 ó 1850 en las montañas de Tenesí. Lovingood no se hacía ilusiones consigo mismo, hacía lo mejor que podía; en ciertas ocasiones era un cobarde y sabía que lo era y no se avergonzaba; nunca culpaba a nadie por sus desgracias y nunca maldecía a Dios por ellas.

-Y, ¿en cuanto a la función de los críticos?

-El artista no tiene tiempo para escuchar a los críticos. Los que quieren ser escritores leen las críticas, los que quieren escribir no tienen tiempo para leerlas. El crítico también está tratando de decir: "Yo pasé por aquí". La finalidad de su función no es el artista mismo. El artista está un peldaño por encima del crítico, porque el artista escribe algo que moverá al crítico. El crítico escribe algo que moverá a todo el mundo menos al artista.

-Entonces, ¿usted nunca siente la necesidad de discutir sobre su obra con alguien?

-No; estoy demasiado ocupado escribiéndola. Mi obra tiene que complacerme a mí, y si me complace entonces no tengo necesidad de hablar sobre ella. Si no me complace, hablar sobre ella no la hará mejor, puesto que lo único que podrá mejorarla será trabajar más en ella. Yo no soy un literato; sólo soy un escritor. No me da gusto hablar de los problemas del oficio.

-Los críticos sostienen que las relaciones familiares son centrales en sus novelas.

-Esa es una opinión y, como ya le dije, yo no leo a los críticos. Dudo que un hombre que está tratando de escribir sobre la gente esté más interesado en sus relaciones familiares que en la forma de sus narices, a menos que ello sea necesario para ayudar al desarrollo de la historia. Si el escritor se concentra en lo que sí necesita interesarse, que es la verdad y el corazón humano, no le quedará mucho tiempo para otras cosas, como las ideas y hechos tales como la forma de las narices o las relaciones familiares, puesto que en mi opinión las ideas y los hechos tienen muy poca relación con la verdad.

-Los críticos también sugieren que sus personajes nunca eligen conscientemente entre el bien y el mal.

-A la vida no le interesa el bien y el mal. Don Quijote elegía constantemente entre el bien y el mal, pero elegía en su estado de sueño. Estaba loco. Entraba en la realidad sólo cuando estaba tan ocupado bregando con la gente que no tenía tiempo para distinguir entre el bien y el mal. Puesto que los seres humanos sólo existen en la vida, tienen que dedicar su tiempo simplemente a estar vivos. La vida es movimiento y el movimiento tiene que ver con lo que hace moverse al hombre, que es la ambición, el poder, el placer. El tiempo que un hombre puede dedicarle a la moralidad, tiene que quitárselo forzosamente al movimiento del que él mismo es parte. Está obligado a elegir entre el bien y el mal tarde o temprano, porque la conciencia moral se lo exige a fin de que pueda vivir consigo mismo el día de mañana. Su conciencia moral es la maldición que tiene que aceptar de los dioses para obtener de éstos el derecho a soñar.

-¿Podría usted explicar mejor lo que entiende por movimiento en relación con el artista?

-La finalidad de todo artista es detener el movimiento que es la vida, por medios artificiales y mantenerlo fijo de suerte que cien años después, cuando un extraño lo contemple, vuelva a moverse en virtud de qué es la vida. Puesto que el hombre es mortal, la única inmortalidad que le es posible es dejar tras de sí algo que sea inmortal porque siempre se moverá. Esa es la manera que tiene el artista de escribir "Yo estuve aquí" en el muro de la desaparición final e irrevocable que algún día tendrá que sufrir.

-Malcom Cowley ha dicho que sus personajes tienen una conciencia de sumisión a su destino.

-Esa es su opinión. Yo diría que algunos la tienen y otros no, como los personajes de todo el mundo. Yo diría que Lena Grove en Luz de agosto se entendió bastante bien con la suya. Para ella no era realmente importante en su destino que su hombre fuera Lucas Birch o no. Su destino era tener un marido e hijos y ella lo sabía, de modo que fue y los tuvo sin pedirle ayuda a nadie. Ella era la capitana de su propia alma. Uno de los parlamentos más serenos y sensatos que yo he escuchado fue cuando ella le dijo a Byron Bunch en el instante mismo de rechazar su intento final, desesperado, desesperanzado, de violarla, "¿No te da vergüenza? ¡Podías haber despertado al niño!" No se sintió confundida, asustada ni alarmada por un solo momento. Ni siquiera sabía que no necesitaba compasión. Su último parlamento, por ejemplo: "No llevo viajando más que un mes y ya estoy en Tenesí. Vaya, vaya, cómo rueda uno". La familia Brunden, en Mientras agonizo, se las arregló bastante bien con su destino. El padre, después de perder a su esposa, necesitaba naturalmente otra, así que se la buscó. De un solo golpe no sólo reemplazó a la cocinera de la familia, sino que adquirió un fonógrafo para darles gusto a todos mientras descansaban. La hija embarazada no logró deshacerse de su problema esa vez, pero no se descorazonó. Lo intentó nuevamente, y aun cuando todos los intentos fracasaron, al fin y al cabo no fue más que otro bebé.

-¿Qué le sucedió a usted entre La paga de los soldados y Sartoris? Es decir, ¿cuál fue el motivo de que usted empezara a escribir la saga de Yoknapatawpha?

-Con La paga de los soldados descubrí que escribir era divertido. Pero más tarde descubrí que no sólo cada libro tiene que tener un designio, sino que todo el conjunto o la suma de la obra de un artista tiene que tener un designio. La paga de los soldados y Mosquitos los escribí por el gusto de escribir, porque era divertido. Comenzando con Sartoris descubrí que mi propia parcela de suelo natal era digna de que se escribiera acerca de ella y que yo nunca viviría lo suficiente para agotarla, y que mediante la sublimación de lo real en lo apócrifo yo tendría completa libertad para usar todo el talento que pudiera poseer, hasta el grado máximo. Ello abrió una mina de oro de otras personas, de suerte que creé un cosmos de mi propiedad. Puedo mover a esas personas de aquí para allá como Dios, no sólo en el espacio sino en el tiempo también. El hecho de que haya logrado mover a mis personajes en el tiempo, cuando menos según mi propia opinión, me comprueba mi propia teoría de que el tiempo es una condición fluida que no tiene existencia excepto en los avatares momentáneos de las personas individuales. No existe tal cosa como fue; sólo es. Si fue existiera, no habría pena ni aflicción. A mí me gusta pensar que el mundo que creé es una especie de piedra angular del universo; que si esa piedra angular, pequeña y todo como es, fuera retirada, el universo se vendría abajo. Mi último libro será el libro del Día del Juicio Universal, el Libro de Oro del Condado de Yoknapatawpha. Entonces quebraré el lápiz y tendré que detenerme.



24 Mar 2004


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domingo, 4 de julio de 2010

LA MANUELA DEL SIGLO XXI.

Siboney del Rey(*)
2 Julio 2010, 08:12 PM


Con la manera más despectiva, hay quienes se dan la tarea de denigrar el nombre de Manuela Sáenz, como "La Amante de El Libertador". Lo más triste, ni siquiera reconocen el espíritu libertario y luchador, de esta insigne mujer, que forjó en tiempos de la independencia de nuestros pueblos, al lado de Bolívar, de Sucre, y de otros héroes y heroínas de la independencia.

En Manuela Sáenz, sigue vigente su ejemplo de amor y dignidad patria. Ella misma, se mantuvo alerta con el Ejército Libertador, sobre los planes desestabilizadores y de traición, que venían cocinando tanto José Antonio Páez, como Francisco de Paula Santander, para destruir el sueño bolivariano, el sueño de integración y de paz. Ellos mismos, disfrazados de patriotas, de héroes, de combatientes... y con el compromiso de ser vende-patrias, desterraron a Bolívar y a Manuela.

Aún siguen presentes esos Páez y Santanderes (los eternos enemigos de Manuela y de Bolívar): Cooperan con el imperio yanqui, venden la riqueza y la dignidad de sus pueblos, hablan en nombre de la democracia y la libertad, y son los primeros que asesinan, y dejan de morir de hambre a sus pueblos, apoyan golpes de estados... Esos mismos les conviene que el pueblo esté hundido en la ignorancia, en la droga, en la pobreza... y jamás cooperarán con la unidad, la solidaridad, la paz... ni mucho menos, querrán que el ejemplo de justicia y heroicidad, que nos deja Bolívar y Manuela, triunfe. Hace tiempo, esos Páez y Santanderes, pactaron con el mismo diablo, con el Tío Sam. ¡Destructores de la humanidad!

Los Páez y Santanderes de ahora, querrán hundirnos, despreciarnos, humillarnos... pero su desprecio y burla, quedarán añicos, cuando las mujeres del siglo XXI defendamos y rescatamos el sueño de Bolívar y Manuela. ¡Así triunfa la libertad y el amor por América Latina y Caribeña! ¡Así triunfa la paz y la unidad por los pueblos del mundo!

En el florecer del siglo XXI, despiertan los pueblos. Despierta el sueño de nuestros libertadores. También despierta Manuela, y se hace presente en el rostro de la campesina que defiende el derecho a la tierra, en el rostro de la indígena que levanta su voz y construye su patria, en el rostro de la afrodescendiente cuyo ejemplo es un digno compromiso por la vida, en el rostro de niñas y niños que sueñan con una patria hermosa para ellos, en el rostro de la juventud, que despiertan una sociedad de justicia y amante de la paz, en el rostro de las trabajadoras, de las estudiantes, de las artistas, de las poetas, de las amas de casa, de las abuelas, de las militantes por la paz y la vida... de esas mujeres que día a día, hacen de su lucha, una hermosa bendición para traer el bienestar a sus pueblos. ¡Jamás vamos a permitir que profanen el sueño de Bolívar y Manuela, en la hora que despiertan los pueblos!

Desde la historia, las mujeres hemos dado grandes muestras de contribución y constancia, para el avance de la humanidad. A la hora de un reconocimiento, un muro de silencio se oculta a los ojos de mundo su participación, su lucha, su compromiso... no importa lo heroica que sea, o lo grande que sean sus hazañas realizadas.

La lucha contra el machismo (y la gran mayoría, por sectores culturales y religiosos), es la peor traba para el avance y el desarrollo de la mujer dentro de la sociedad. Hacen de ella un objeto de censura, de represión, de consumo, de manipulación mediática... El silencio y el miedo, se hacen cómplices en esa mujer, que desconoce sus derechos sexuales y reproductivos, sus derechos humanos como madre, como ciudadana, como hija, como hermana, como parte de la sociedad...

Uno de los más graves problemas que nos enfrentamos -y es un fenómeno mundial-, es la violencia (en todas sus manifestaciones: física, verbal, psicológica, televisiva, laboral, familiar, social, racial, religiosa...), y la más terrible de todas las violencias: la guerra. Sus mujeres, niñas y niños, son las principales víctimas de ese horrendo drama. Nunca nos olvidemos de Vietnam, Camboya, Irak, Afganistán, Kurdistán, Palestina, Sahara Occidental, Colombia, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Chile, Argentina.... ¡Hasta la misma África en sus tiempos de colonización! ¡La resistencia de sus mujeres no permitieron ni permitirán que el enemigo les mate sus sueños, su dignidad, su grito de justicia y paz! ¡Los Páez y Los Santanderes de ahora, siguen apostando a las guerras, a las instalaciones de bases militares yanquis, a violar derechos humanos!

Manuela nos acompaña en nuestras luchas. Jamás nos daremos por vencidas. La verdadera revolución de un pueblo, se construye con mujeres valientes y comprometidas, amantes del amor y de la libertad, como lo fue Manuela. Los hombres, leales a nuestras luchas, juntos amansamos esa esperanza de construir una humanidad con justicia e igualdad de género. ¡Hombres y Mujeres por un mundo de igualdad! ¡Esos son los Bolívar y las Manuelas!

Los hombres que desprecian y rechazan nuestras luchas, no pueden llamarse hombres de libertad, ni de la humanidad.

Todos los gobiernos que representan a los pueblos bolivarianos (como a los Pueblos de América Latina y El Caribe), jamás desmayen su empeño en promover programas de atención para una mejor calidad de vida, para nuestras mujeres. Que no se permita que se siga plagando el problema de la violencia, del embarazo de las niñas-madres, el aborto, la droga, la trata de mujeres, la prostitución, la delincuencia, el analfabetismo, la indigencia, la falta de vivienda, de servicios hospitalarios, alimentarios, educativos... Lamentablemente, la pobreza en este mundo, tiene rostro de mujer.

Aplaudimos el logro del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez Frías, en crear instancias como el Ministerio del Poder Popular para la Mujer y la Igualdad de Género, el Instituto Nacional de la Mujer, el Banco de Desarrollo de la Mujer, los Tribunales y Defensorías contra la Violencia hacia la Mujer y la Familia... así como valiosos programas sociales. Es la manera de reivindicar la lucha de la mujer y la familia venezolana.

¡La Manuela del Siglo XXI, somos las mujeres que construimos patria!

(*) Embajadora del Movimiento Poetas del Mundo por Venezuela.
Representante de la Sociedad de Poetas “Andrés Eloy Blanco”-Caracas.
sinfronteras_al@yahoo.com

IV_

jueves, 1 de julio de 2010

Poema ganador del concurso Amanecer solitario,.

Tú eres el barco perdido, yo soy el río anochecido
Los dos esperamos el encuentro.
Llegará la hora en que tendré que desembocar en los océanos.
Entonces te llevaré a mis profundidades
y todo se disolverá en una llanura de agua

autor Rafael Vargas bringues de MEXICO.